Aunque la mayoría relacione el nombre de Tesla con electricidad, la realidad es que el genio ideó invenciones que iban mucho más allá. De hecho, profundizó en ideas innovadoras tales como la comunicación inalámbrica, turbinas, helicópteros (aunque Da Vinci fue el primero en exponer la idea), luces fluorescentes, rayos x, torpedos entre otras.
Además de sus numerosas invenciones y proyectos futuristas, Nikola Tesla también fue un hombre conocido por su excentricidad, cosas como solicitar habitaciones de hoteles cuyos números fueran divisibles por 3, limpiar los platos con 18 servilletas o caminar alrededor de una cuadra 3 veces antes de ingresar a un edificio Aunque nadie sabe la razón de estos extraños comportamientos de Tesla.
En diversas ocasiones Tesla describió intensos destellos de luz, que eran seguidos por momentos de una profunda creatividad y claridad mental. Tesla tenía la capacidad de imaginar y, en su mente, visualizar una invención durante esos “momentos de claridad”. Aseguraba que incluso podía “girar” estas visiones, desmontándolas pieza por pieza, y sabía exactamente como reproducir estas visiones en base a la experiencia.
Además de varias otras rarezas, Nikola Tesla calculó los puntos nodales alrededor de la Tierra – y probablemente estaban relacionados a los números 3, 6 y 9 -, mencionando que eran de extrema importancia. Comprendía un hecho fundamental, desconocido por muchos: el lenguaje universal de las matemáticas, una ciencia descubierta por el hombre, no inventada por él.
Tesla tuvo en consideración los patrones numéricos que aparecen en el universo, tales como la formación de una estrella, o el desarrollo embrionario de las células, y muchos otros que algunos llaman “Plan de Dios”.
El lenguaje universal de las matemáticas.
Existe un sistema fundamental al que la naturaleza parece responder: “las fuerzas del sistema binario”, donde el patrón comienza del uno y sigue doblando los números. Por ejemplo, las células y los embriones se desarrollan siguiendo el siguiente patrón: 1, 2, 4, 8, 16, 32, 64, 128, 256, etcétera.
Mark Rodin descubrió que dentro de la llamada matemática de Vértice (la ciencia de la anatomía del toroide) se encuentra un patrón repetitivo 1, 2, 4, 8, 7, 5, 1, 2, 4, 8, 7, 5, 1, 2, 4 y así sucesivamente, hasta el infinito.
Aquí, los números 3, 6 y 9 no existen y, según Rodin, esto se debe al hecho de que estos números representan un vector de tercera y cuarta dimensión, que se conoce como “campo de flujo”.
Sin embargo, si miramos incluso más allá de Tesla, notaremos que independientemente de la cultura, encontraremos que el número 3 siempre ha estado presente y con una extrema importancia.
“Si conocieras la grandeza del 3, 6 y 9, tendrías la llave del universo”- Nikola Tesla.
Fuente: marcianosmx.com
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