La Zona del Silencio es uno de los lugares más misteriosos de México. Esta área es el hogar de diversos animales y plantas mutantes como el cactus púrpura y una versión mal formada de la tortuga del desierto. La zona situada en el Bolsón de Mapimí debe su nombre a una extraña anomalía que corta la transmisión de las ondas de radio cuando se está dentro del lugar. A sólo 400 km de El Paso, Texas, la Zona del Silencio interfiere con las señales de radio y TV, y tiene una historia documentada sobre actividad OVNI.
En 1970, un misil estadounidense lanzado de la base White Sands en Nuevo México, salió inexplicablemente de su curso y se estrelló en esta misteriosa región del desierto, hecho que provocó que el mundo conociera las propiedades únicas y aparentemente inusuales del área. Posteriormente un equipo de investigadores de la Fuerza Aérea de los EE.UU., con la aprobación del gobierno mexicano, viajó al lugar del accidente e hizo un descubrimiento inesperado.
La información disponible sobre esta supuesta área sugiere que puede existir alguna anomalía natural asociada con la región. Quizá se debe a los altos niveles de magnetita. Además, se ha descubierto que esta zona presenta una intensa actividad de meteoritos, avivando la especulación de que podría poseer propiedades magnéticas inusuales asociadas con los minerales en el suelo calcáreo. Los investigadores han tratado de determinar si el mineral magnético es natural o es el producto de la contaminación de miles o millones de años de bombardeo de meteoritos. Y si las propiedades magnéticas son el resultado de causas naturales, esta podría ser la razón por la que tantos objetos espaciales ricos en hierro se encuentran en camino a este lugar remoto de la Tierra.
Los teóricos se apresuran a señalar que la Zona del Silencio se encuentra geográficamente ubicada al norte del Trópico de Cáncer y comparte la misma latitud sur del paralelo 30 con las pirámides de Egipto, las ciudades sagradas del Tíbet, el Triángulo de las Bermudas y el Triángulo del Dragón. De hecho, los científicos del centro de investigación mexicano nombraron a la región Mar de Thetys, porque hace millones de años la zona se encontraba en el fondo de un océano.
Luces extrañas, esferas flotantes, platillos voladores y encuentros alienígenos han sido reportados con cierta regularidad en la zona. Los agricultores a menudo ven el cielo nocturno repleto de luces misteriosas.
Existen reportes de encuentros con extrañas criaturas humanoides. Una familia de agricultores declaró que son visitados regularmente por un grupo de tres humanoides, dos machos y una hembra, que hablan un perfecto español. Según la historia, los visitantes sólo piden agua, no comida ni otra cosa. Cierta vez les preguntaron de dónde habían venido y se limitaron a responder “desde arriba”.
Cierta vez un investigador se perdió en el desierto e informó haber visto a un grupo de tres humanoides parecidos a los descritos por la familia de agricultores. Otra historia afirma que un equipo de televisión fue ayudado por estos seres cuando se quedó varado en la carretera, aparentemente salieron de entre una inusual neblina y llevaban puestas gorras e impermeables.
Aunque las historias sobre extraterrestres sean un tanto fantasiosas, no se puede dejar de lado el tema de la interferencia magnética. Esto es realmente interesante.
Casos
El primer suceso documentado del “apagón” de las ondas de radio se produjo en 1930, cuando Francisco Sarabia, un aviador del estado de Coahuila, informó que su radio misteriosamente había dejado de funcionar. Pero fue hasta 1970 cuando la Zona Del Silencio se hizo de dominio público.
Algunos años más tarde, una tapa de uno de los potenciadores del Saturno V utilizado en el proyecto Apolo se rompió y cayó en la misma zona. Una vez más, el ejército de los EE.UU. envió un equipo especial a la zona para investigar sus misteriosas propiedades.
Ernesto y Josefina Díaz.
El 13 de octubre de 1975, Ernesto y Josefina Díaz entraron a la Zona del Silencio con un nuevo camión Ford para hacer una recolecta de las piedras raras y los fósiles que abundan en la zona. Mientras desarrollaban la tarea, notaron que una tormenta en el medio del desierto se dirigía hacia ellos.
Mientras la pareja luchaba por recuperar el control del vehículo, dos figuras se acercaron a ellos, saludándolos en medio de la lluvia torrencial. Dos hombres muy altos con impermeables amarillos y gorras les ofrecieron ayuda para salir del lugar.
Los hombres indicaron a la pareja que se subieran al camión mientras ellos empujaban. Al salir del agujero y pisar un terreno más firme, el marido salió de la camioneta para agradecer a los extraños, pero ya no estaban.
Durante el mes de noviembre de 1978, el periodista Luis Ramírez Reyes visitó la Zona del Silencio como parte de un equipo de reporteros asignados a cubrir una historia acerca de las extrañas propiedades del sitio. Emocionado, decidió adelantarse al resto del equipo, Ramírez y su fotógrafo se dirigían más por la intuición que por su conocimiento del camino y terminaron perdidos. De repente, notaron a tres figuras dirigiéndose hacia ellos. Con la esperanza de que estos hombres pudieran indicarles la dirección correcta, el periodista indicó a su compañero que aminorara la marcha y se dirigiera a los extraños.
¿Es acaso una simple coincidencia que la Zona del Silencio se encuentre exactamente en la misma “línea” que las Pirámides de Egipto y el Triángulo de las Bermudas? ¿Es posible que este lugar sea un portal utilizado por seres extraterrestres?
Fuente: marcianosmx.com
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