jueves, 14 de agosto de 2014

Rungholt, la Atlántida de Alemania.


Se trata de un enigma aún sin resolver en la historia de Alemania. Hace décadas, los científicos debatían si la isla Rungholt, en el Mar del Norte, realmente existió. Algunos creen que pudo haber sido tragada por las aguas, alimentando un mito equiparable al de la Atlántida.



Las civilizaciones y territorios que desaparecen bajo el agua acostumbran a fascinar al imaginario colectivo, la Atlántida es el ejemplo más famoso, pero Alemania también tiene su propia leyenda.

Todo habría iniciado el 16 de enero de 1362, cuando se cree que la ciudad de Rungholt fue devorada por el océano, como un castigo divino debido al comportamiento inmoral de sus habitantes.



¿Mito o realidad?


Desde entonces, muchos investigadores han intentado descifrar el misterio, buscando la isla perdida. Por ejemplo, el etnólogo Hans Peter Duerr encontró un mapa antiguo que daba cuenta de la existencia de Rungholt como parte de la isla Strand, en el Mar del Norte, e incluso publicó un libro sobre el tema, “Rungholt: en busca de la ciudad sumergida”.

Con un estilo a veces romántico, el etnólogo alemán narra sus experiencias en el camino rumbo al misterioso poblado. Y también lanza algunas hipótesis que, para algunos escépticos, son exageradas y fantasiosas.

Duerr supone, por ejemplo, que Rungholt existió como una comunidad desde el año 2,500 a.C. La ciudad sólo habría sido habitada durante un periodo muy corto en la Edad Media.

El libro pierde un poco de credibilidad gracias a una sorprendente variedad de argumentos, incluyendo descripción de rituales eróticos entre dioses y diosas, pero describe un mundo que, independientemente de si existió o no, resulta tan fascinante como la leyenda misma.



La leyenda perpetuada.


Lejos de estos delirios, los científicos han intentado reconstruir la existencia de Rungholt con base en pistas razonablemente concretas. Se sabe que un cartógrafo llamado Johannes Meyer realizó en 1639 un mapa donde aparecía Rungholt. Pero eso no significa que haya constatado que la isla realmente existió, ya que tomó como referencia otro mapa, uno dibujado en 1250.

Entre 1921 y 1938 fue posible rescatar objetos supuestamente provenientes de aquella comunidad perdida, entre ellos un testamento datado de 1345, en que se hace referencia al lugar, y un acuerdo entre comerciantes de Rungholt y Hamburgo, de 1361.

Ambos documentos están preservados en el archivo del puerto de Hamburgo, en el norte de Alemania. Estos y otros indicios llevan a los investigadores a creer que unas dos mil personas vivían en Rungholt hasta el siglo XIV.



Como sea, la leyenda de la Atlántida alemana persiste y ha sido objeto de temas musicales, libros y películas. Incluso hay quien dice, que en épocas de tempestades en el Mar del Norte, es posible escuchar las campañas de la iglesia de la ciudad sumergida.

La respuesta a este rompecabezas no parece estar próxima. No hay evidencias suficientes para comprobar científicamente la existencia de una ciudad fantasma, y al mismo tiempo los indicios que se han encontrado llevan a creer que la historia puede ser nada más que una simple leyenda. Este enigma aun sin solución hace que Rungholt se mantenga como un auténtico misterio alemán.


Fuente:  marcianosmx.com

1 comentario :

  1. No sería nada extraño que en esa zona desapareciera una gran porción de tierra durante una tormenta, aún hoy en día los habitantes se ven amenazados durante cada "Sturmflut" a pesar de haber construido diques que rodean las islas o de construir sus casas y graneros sobre cerritos artificiales. De hecho su economía depende de que los terrenos se inunden periódicamente pues se enriquece el suelo donde crece el pasto que alimenta sus animales.
    Tan acostumbrados están a las inundaciones que en una de las islas hay una iglesia que tiene piso de arena, para que el agua se vaya más rápido. En ese lugar hay un crucifijo y según la leyenda, después de una gran tormenta los lugareños estaban decididos a irse definitivamente, pero al recorrer los campos constatando los destrozos, encontraron ese cristo y decidieron quedarse porque "si él vino para acá, nosotros no podemos irnos."
    Con respecto a la campana que se escucha durante las tormentas, es un mito que también he escuchado sobre una iglesia que se supone resultó sumergida durante el maremoto que provocó el traslado de Concepción desde su ubicación original en Penco.
    Felicitaciones por tu blog.

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