viernes, 29 de agosto de 2014

El misterio de los 3 cosmonautas que murieron sonriendo.


El día 30 de junio de 1971, la nave espacial soviética Soyuz 11 comenzó a desplegar su sistema de aterrizaje automático después de permanecer 24 días en el espacio. El equipo en tierra estaba satisfecho, a pesar de que en los últimos minutos había perdido contacto con la tripulación: Viktor Patsayev, Georgi Dobrovolski y Vladislav Volkov. En ese momento tendría lugar uno de los misterios más debatidos de los años 70.



Por más que hubieran perdido el contacto después de atravesar la ionosfera, no había motivo de preocupación, pues la nave estaba aterrizando según lo previsto. Cuando los técnicos fueron a abrir la escotilla de la nave, vieron a los tripulantes sonriendo, pero ninguno de ellos se movió, ni siquiera levantaron la mano para saludar. Todos habían muerto.



Fue entonces que comenzaron las hipótesis para intentar aclarar porqué aquellos tres hombres habían muerto sin ninguna deformación ni rastro de que hubieran pasado miedo durante el aterrizaje. Primero echaron la culpa a la descompresión, pero la autopsia no reveló hemorragias internas. Otros concluyeron una trombosis o un shock que los condujo a tener un paro cardiaco, una conclusión cuya lógica hubiera dejado a los cosmonautas tirados sobre el suelo, pero aquella sonrisa seguía siendo un completo enigma.

El último dialogo entre los cosmonautas y la tierra no daba motivos para pensar en cualquier otra hipótesis posible:

“Aquí Yantar – habla Dobrovolski – todo va perfectamente a bordo. Estamos en plena forma. Preparados para el aterrizaje. Puedo ver la estación. El sol brilla.”

“Hasta dentro de poco Yantar – response control en tierra – Pronto nos veremos en la Patria. Inicio de la maniobra de orientación”.



Aparentemente, estas fueron las últimas palabras registrada, pareciendo estar todo bien. Si hubo algo más, las autoridades soviéticas no lo quisieron revelar. Sin embargo, el misterio persiste, aunque una falla técnica determinara la descompresión de la capsula, el examen de la cabina determinó “que no presentaba defectos de estructura”, y que solamente la perdida de una junta del sistema de sellado hermético, podía provocar la catástrofe. Una falla como esta condenaba a los cosmonautas sin la posibilidad de escape.

Por otra parte, durante el vuelo deberían haber registrado una caída de presión, como sucedió con el Apolo 13, en el que fue detectada inmediatamente una explosión en el compartimiento de máquinas.



La respuesta más lógica y probable al misterio fue ofrecida hasta una década más tarde por el Dr. Gultekin Gaymec de origen turco, quien al escuchar de la noticia recordó que la intensidad de las cargas eléctricas presentes en la atmósfera responde a ciertos ciclos establecidos.

El médico resolvió que la carga eléctrica en la ionosfera subió a niveles tan extremos que desencadenó una alcalosis aguda en los astronautas soviéticos. El contenido alcalino a niveles extremos en la sangre y los tejidos, puede producir un paro cardíaco. El dióxido de carbono que se hace presente en exceso en el cuerpo, provoca rictus en la cara de las víctimas, dando la apariencia de que están sonriendo.



El médico hizo pruebas en voluntarios y descubrió una relación directa entre los pacientes y los ciclos eléctricos atmosféricos: aumentaba el índice de sodio y colesterol. Además de que los niveles de potasio caían, recordando que el potasio es vital para la correcta actividad eléctrica del corazón. Estos estudios ayudaron a blindar mejor las naves espaciales, pero también nos permitieron saber que los campos eléctricos dela atmósfera, que son provocados por actividad solar, están directamente relacionados con muchas enfermedades, como los ataques de corazón.



Pese a que hay una explicación científica razonable, aún existen muchas dudas de porqué sonreían los astronautas muertos después del aterrizaje automático de la nave. El accidente del Soyuz 11 que se cobró la vida de 3 cosmonautas, por sí solo ya sería bastante perturbador, terrible y sorprendente, sin la necesidad adicional de agregar sonrisas fuera de lugar.


Fuentemarcianosmx.com

1 comentario :

  1. Mas que un misterio, creo que la muerte de estos 3 cosmonautas y su inusitados "rostros felices", quizás se deba a las fuerzas que soportan en la entrada a la atmósfera (ya hemos visto las caras de astronautas en las pruebas de presión los singulares rostros que produce aquella fuerza. También hay que tomar en cuenta en las condiciones que se daban estas misiones... la carrera espacial estaba en pañales, los elementos de las cápsulas prácticamente eran de experimentación y resultaba que en ocasiones los cosmonautas no lograban llegar vivos a la tierra.

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