Conocido también como "el payaso asesino", fue esposo y padre, pero también era un delincuente sexual que tuvo un sinnúmero de víctimas durante su vida. Fue capturado por agredir sexualmente a dos adolescentes en 1968 y condenado a 10 años en la cárcel, pero debido a su comportamiento ejemplar como un preso se le concedió libertad condicional después de cumplir sólo 18 meses. Una vez que fue liberado de la cárcel, Gacy pronto se volvió a casar (su primera esposa le pidió el divorcio cuando descubrió que él era secretamente gay) y se convirtió en un miembro popular y jovial de la sociedad. Le gustaba vestirse de "Pogo the Clown" “Pogo el payaso” y era un voluntario en fiestas infantiles, desfiles, y otras reuniones comunitarias.
Algunas de sus víctimas de izquierda a derecha y de arriba a abajo: John Butkovitch (17 años), John Szyc (19), Randall Reffett (15), John Mowery (19), Sam Stapleton (14), Rick Johnson (17), William Carroll (16), Matthew Bowman (19), Russell Nelson (21), Darrell Sampson (18), Gregory Godzik (17) y Robert Piest (15).
9. Jeffrey Lionel Dahmer – El Carnicero de Milwaukee
"Dahmer comienza a matar cada vez que se le presenta la ocasión. Seguía el mismo modus operandi: primero el flirteo ofreciendo dinero a cambio de sexo, luego les ofrecía bebida con somnífero y finalmente los estrangulaba."
Jeffrey Dahmer es uno de los más aterradores asesinos en serie en la historia de EE.UU.. A lo largo de trece años, Dahmer asesinó a 17 hombres y niños, peor aún, sus asesinatos involucraban violación, mutilación, la necrofilia y el canibalismo. A pesar de que varias de las víctimas de Dahmer lograron escapar, no se descubrió hasta que una de las víctimas que logro escapar corrió por la calle y le hizo señas a un coche de policía. Una vez dentro de su apartamento, la policía realizó una serie de descubrimientos inquietantes, Dahmer había estado tratando de crear un "esclavo sexual inconsciente" perforando los cráneos de sus víctimas todavía vivas.
Foto del cadáver de una víctima de Dahmer.
Tras morir Jeffrey, su madre (arriba) quiso vender su cerebro a un hospital de investigación mental…
8. Ted Bundy - El asesino de Mujeres.
"Bajo su aspecto tímido, su gran simpatía y su capacidad para dar confianza a los demás, se escondía un peligroso asesino y violador de mujeres y niñas, capaz de cometer atroces crímenes sin mostrar compasión alguna."
Ted Bundy era un tipo bien parecido, parecía muy amable y carismático. Sin embargo, detrás de su bello rostro se escondía la mente retorcida de un asesino en serie, entre los años 1974 y 1978 Bundy secuestró y asesinó a 30 mujeres jóvenes en los EE.UU. Ese fue el número de mujeres que lograron descubrieron, pero expertos coinciden en que podría haber sido responsable de un máximo de cuarenta desapariciones y asesinatos de los cuales no confeso.
Usando su carisma y atractivo, se paseaba por los supermercados pidiendo ayuda a chicas para conducir su coche, fingiendo que tenía un brazo roto. Ellas no sospechaban que hablaban con su futuro asesino…
Después de una emocionante persecución policial, Bundy fue finalmente arrestado y llevado ante la justicia en 1979 y fue asesinado en la silla eléctrica en enero de 1989, en Starke, Florida.
Conocido como el "asesino de Green River", Gary Ridgway estranguló a por lo menos 71 mujeres en el estado de Washington durante la década de 1980 y 90. Sus primeras cinco víctimas fueron descubiertas en el río Verde, de esta forma se ganó su apodo. Fue finalmente arrestado después de que las pruebas de ADN lo vincularon con varias mujeres desaparecidas, y se llego a un acuerdo con el fiscal para evitar la pena de muerte, a cambio, Ridgway debía dar a conocer la ubicación de todos los cuerpos de sus víctimas.
Gary tuvo tres matrimonios pero solo estuvo largo tiempo (hasta su arresto) con Judith (arriba), única esposa que aceptó a la entrometida madre de Gary. Ella, al igual que sus otras esposas, contó que Gary pedía sexo hasta 6 veces por día…
Aquí vemos a muchas de las víctimas de Gary Ridgway con sus respectivos apellidos abajo de sus fotografías.
6. Andrei Chikatilo - El Asesino de Rostov.
Ucraniano de origen soviético, Andrei Chikatilo es un asesino que fue apodado el "Carnicero de Rostov", "The Ripper Roja" o "El Destripador de Rostov".
Chikatilo tenía problemas de impotencia sexual y a sus 35 años espiaba menores de doce años mientras se masturbaba. Aún así consiguió una esposa y pudo tener descendencia, tal y como se ve arriba.
Estas son algunas de sus víctimas.
Lo capturan a sus 54 años el 20/11/1990. Pese a la preocupación natural que mostró al ser capturado, Chikatilo terminará riendo en algunos momentos del juicio.
5. Albert Fish - El Abuelo Asesino.
Con veinte años ejercía la prostitución, violó a un niño y asesinó a su primera víctima. Durante esa época empezó a sufrir alucinaciones de tipo religioso creyendo que la única forma posible de expiación era a través del dolor.
Él mismo se inflingía estos castigos masoquistas automutilándose, frotando su cuerpo con rosas o hundiéndose agujas en los órganos genitales. En una ocasión fue sorprendido masturbándose mientras se golpeaba con una trozo de madera lleno de clavos.
Fue internado tres veces pero al poco tiempo fue puesto en libertad tras considerar que no era peligroso.
Albert solía engañar a sus víctimas, generalmente niños, gracias a su aspecto de abuelo entrañable; cuerpo encogido, cabello y bigote grisáceos y ojos tímidos. Una vez los había convencido con cualquier pretexto se los llevaba a una cabaña que tenía a las afueras de Brooklyn para torturarlos, sodomizarlos y abusar de ellos.
En algunos casos, una vez cometido el crimen le escribía una carta a la madre de la víctima explicando lo sucedido:
"(…) La atrapé, la desnudé. Ella me pateó y rasguño. La estrangulé y entonces la corté en pequeños pedazos que me fui tomando durante nueve días. No se puede imaginar como era de dulce su carne. No se preocupe, no la violé. Murió virgen. (…)"
Tras la apariencia de abuelito bonachón había una personalidad con rasgos como sadismo, masoquismo, castración y autocastración, exhibicionismo, voyeurismo, pedofilia, homosexualidad, coprofagia, fetichismo, canibalismo e hiperhedonismo.
No esta del todo claro cuantas víctimas llegó a provocar Albert Fish, pero durante el crimen quedó demostrado que realizó todo tipo de perversiones a más de 100 niños, llegando a matar a 15 de ellos.
Entre sus crímenes destacan todo tipo de actos escalofriantes. En algunas ocasiones se comía a sus víctimas, en otras llegó a secuestrar un niño y tras flagelarle le cortó las orejas, la nariz, los ojos, le abrió el vientre y se bebió su sangre siendo también conocido como "El Vampiro de Brooklyn".
Era capaz de asediar a cualquier tipo de chico, en 1919 acuchilló a un muchacho con discapacidad mental en George Town, Washington DC.
Tras ser reconocido por un motorista que vio su foto en los periódicos fue capturado. El lunes 11 de marzo de 1935 en el juzgado White Plains de Nueva York empezó el juicio contra Albert Fish.
El juicio tan solo duró diez días. Albert Fish en un intento desesperado por evitar la cárcel alegó locura demencial y clamó haber escuchado voces de Dios ordenándole sus crímenes.
Durante el juicio, el monstruo contó con descaro lo que hizo a una niñita: “Cuando me vio desnudo se echó a llorar y quiso huir, pero la alcancé. La desnudé, se defendió mucho, me mordió y me hizo algunos rasguños. La estrangulé antes de cortarla en pedacitos para llevarme a casa toda su carne, cocinarla y comérmela. No pueden imaginar cuán tierno y sabroso estaba su culito asado”
Tras no pocas deliberaciones, el jurado lo encontró sano y culpable condenándole a la silla eléctrica.
Fish en la silla eléctrica.
"Su intención era completar un macabro tablero de ajedrez de 65 casillas en el cual ya había pegado 61 monedas, una por cada una de sus víctimas…Nombrado el “Maníaco del Martillo” por matar frecuentemente con el brutal instrumento, este sádico asesino ruso confesó en escalofriantes palabras: “Me gusta el sonido de un cráneo partiéndose”.
Durante más de una década Alexander Pichushkin perpetró sus crímenes con total impunidad: 61 asesinatos brutales, muchos de ellos golpeando salvajemente a sus víctimas con un martillo hasta la muerte. Su intención era completar un macabro tablero de ajedrez de 65 casillas en el cual ya había pegado 61 monedas, una por cada una de sus víctimas. Todos los espacios eran numerados y apuntaba en su diario los datos de sus asesinatos con escalofriantes anotaciones de los crímenes...
Alexander anotaba y enumeraba cada víctima, cada nueva casilla del siniestro tablero por el que también le llamaron “El Asesino del Ajedrez”
En 1992 Alex lanza por la ventana a un compañero de clase, pero fue considerado como un suicidio, más tarde Alex describiría ese acto con estas palabras: Fue como el primer amor... Inolvidable...
Poco después el cadáver del novio de su ex fue encontrado en la habitación de Alex, por lo que sometieron al asesino a un interrogatorio, pero al no tener pruebas concluyentes se abandonó el caso. Actualmente se ha retomado la investigación.
Las tendencias homicidas de Alexander se detuvieron hasta el año 2000, para posteriormente dar rienda suelta a sus asesinatos, aterrorizando a la población de Moscú.
Las víctimas de Alexander eran en general hombres de entre 50 y 70 años y, aunque nunca abusó sexualmente de sus presas, reconoció que tenía orgasmos solo con el hecho de verlas agonizar…
Dicho parque era un lugar ideal para cometer sus crímenes debido a su enorme extensión a a la gran cantidad de árboles que le ocultaban durante sus asesinatos.
Al principio, la táctica de Alexander consistía en aparecer delante de su victima vestido de luto, e incitar a dicha víctima a beber vodka en el funeral si se trataba de un hombre, o pedir una cita si se trataba de una mujer.
Posteriormente la víctima recibía una sarta de contundentes golpe ne la cabeza, para posteriormente acabar en el fondo de un pozo, donde morían ahogados.
Tiempo después por extrañas razones, Alex empezó a abandonar los cuerpos al aire libre.
Se encontró al cadáver de su ex en el parque, con una botella rota incrustada en su cráneo (La marca personal de Alex).
La policía dedujo que en esos asesinatos había en juego un elemento sexual.
Posteriormente un travesti fué acusado de cometer aquellos asesinatos, pero debido a la escases de pruebas tuvieron que soltarle.
En 2007, se encontró el cuerpo de una mujer que había sido vista con Alex hace poco. Otra prueba concluyente fue que dicha mujer le dejó una nota a su hijo, en la que nombraba a la persona con la que iba a salir.
La policía encontró a Alex en su casa, con un martillo en la mano y junto al tablero de ajedrez, ``adornado´´ con las fotos de sus víctimas.
Posteriormente Alex le entregó a la policía un blog de notas con apuntes de sus víctimas, y les explicó la razón por la que utilizaba el tablero de ajedrez, añadiendo esta frase: Salvaron la vida de muchas personas al atraparme, nunca me hubiera detenido, nunca...
Alexander era tan odiado que tuvo que ser encerrado en un cubículo de vidrio blindado (arriba) para que no lo maten. Cuando la Prensa le preguntó por qué mataba, Alexander dijo: “Una vida sin homicidios para mí es como una vida sin alimentos para ustedes …[...]… Sólo mataba a personas que se quejaban de su vida, me sentía como un padre de todas estas personas, porque era yo el que les abría la puerta a otro mundo.”
Finalmente Alex fue condenado a cadena perpetua, en aislamiento los primeros quince años. Este veredicto no contentó a la mayoría de los familiares de las víctimas, que esperan la reinstauración de la pena de muerte en Rusia en 2010, con el objetivo de que Alex tenga su merecido.
3. Harold Shipman - El Doctor Muerte.
"El médico británico Harold Shipman, conocido como el “Doctor Muerte”, fue el asesino serial más prolífico en la historia del Reino Unido, creyéndose que sus víctimas, asesinadas todas con inyecciones de morfina, podrían ascender a unas 270 o incluso más…"
Un médico que faltó gravemente a su juramento hipocrático y que se convirtió en uno de los peores "superasesinos" de la historia mundial, resolvió utilizar para sí mismo una receta igual y, tal como lo hizo con 215 pacientes, también se quitó voluntariamente la vida en una celda de la prisión de Wakefield (Inglaterra) en la que estaba condenado a cadena perpetua desde hacía cuatro años.
Harold Shipman, de 58 años, mundialmente conocido como el "Doctor Muerte" y múltiple asesino, fue encontrado ahorcado el 13 de enero de 2004 en su celda de la cárcel de máxima seguridad a las 6.20 GMT y dos horas después se certificó oficialmente su fallecimiento; según las versiones oficiales, debió quitarse la vida durante la madrugada, utilizando las sábanas de su cama.
Las sospechas, que condujeron a las investigaciones sobre la forma como trabajaba el médico, a quien durante el juicio se señaló como un "adicto al asesinato", comenzaron en 1998 cuando cometió uno de sus mayores errores, al falsificar el testamento de una anciana de 81 años a la que asesinó inyectándole morfina. Tras la investigación, el 7 de septiembre de ese año fue detenido.
La carrera asesina de Shipman despegó en 1992 con la apertura en Hyde de su consultorio (arriba), en el cual trabajó como médico de familia.
Tras matar a la adinerada Kathleen Grundy (arriba), Shipman redactó un falso testamento de herencia a máquina, pero la hija de Kathleen sabía que su madre no tenía máquina, por lo que llamó a la Policía y Shipman fue arrestado al hallarse morfina en el cadáver de Kathleen.
La juez Janet Smith afirmó el año pasado en Manchester, que el "Doctor Muerte" "es posible que haya sido un drogado del crimen" y expresó que durante su investigación fueron analizadas las circunstancias de 887 fallecimientos de pacientes de Shipman, que comenzó a matar en 1975, un año después de haber comenzado a ejercer su carrera de medicina.
“Yo puedo curar o puedo matar. Soy un médico y en mis manos está el poder de la vida y la muerte. No soy un instrumento de Dios; cuando estoy con un paciente, yo soy Dios. Soy un ser superior” (Harold Shipman)
El 31 de enero del 2000 Shipman fue sentenciado a 15 cadenas perpetuas consecutivas por el asesinato de 15 pacientes con inyecciones de morfina, sin embargo investigaciones posteriores mostraron que pudo haber matado hasta unas 300 personas…
Casado y padre de cuatro hijos, el "Doctor Muerte", que se hizo justicia a sí mismo, habló la víspera de su suicidio con su esposa Primrose, y de acuerdo con los testimonios de funcionarios de la prisión, en donde quedó grabada la conversación, no se observó ninguna anomalía ni él le dio a conocer las intenciones que tenía para quitarse la vida.
De esta forma concluyó una vida que sólo sirvió para hacer el mal, pero nunca nadie sabrá los verdaderos motivos que tuvo para convertirse en un "adicto al asesinato" e, incluso, aceptar ese apelativo de "Doctor Muerte" por el cual nunca protestó. Se llevó a las tumbas muchas víctimas y a la suya propia muchos misterios.
2. Manuel Delgado Villegas – El arropiero o estrangulador del puerto.
"Considerado el mayor asesino en serie de la historia de España, este perturbado mental asesinó a 48 personas según sus declaraciones, aunque solo pudieron probarse parte de sus crímenes. Necrófilo además de homicida, El Arropiero no escatimó en dar detalles sobre sus atroces crímenes."
Después de reclutarse en la legión extranjera y posteriormente renunciar a ella Manuel Delgado comenzó entonces una temporada como mendigo, viajando por la costa mediterránea con el pillaje, la prostitución y el robo como fuentes de financiación. La Ley de Vagos y Maleantes, la tristemente popular “Gandula”, le catalogó como persona problemática y fue detenido en múltiples ocasiones, aunque nunca llegó a ingresar en prisión, quizás por sus continuos ataques epilépticos.
Después de reclutarse en la legión extranjera y posteriormente renunciar a ella Manuel Delgado comenzó entonces una temporada como mendigo, viajando por la costa mediterránea con el pillaje, la prostitución y el robo como fuentes de financiación. La Ley de Vagos y Maleantes, la tristemente popular “Gandula”, le catalogó como persona problemática y fue detenido en múltiples ocasiones, aunque nunca llegó a ingresar en prisión, quizás por sus continuos ataques epilépticos.
A los 18 Manuel empezó a consumir droga, vagabundear, robar y ejercer la prostitución gay. A los 20 cometió su primer asesinato
Todo cambió a los 20 años de edad, en 1964. Su lista de delitos no pasaba de pequeños robos, proxenetismo y paso clandestino de fronteras. Nada grave hasta el momento.
En Garraf, una localidad cercana a Barcelona, se desencadenó la verdadera tragedia, el suceso que cambió la vida del “Arropiero”.
Se acercó a un hombre que descansaba en la playa. Se acercó y le golpeó con una piedra en la cabeza. Una vez muerto le saqueó los bolsillos. No sacó mucho: apenas unas monedas y un reloj. Comenzaba la terrible carrera del mayor asesino de los últimos tiempos en España.
Tres años pasaron hasta que la mente de Manuel se atreviera a cometer otro asesinato, que en esta ocasión tuvo como escenario la paradisiaca Ibiza.
Una joven de 21 años, cuyo novio había dejado en su apartamento, fue la víctima en esta ocasión.
En Madrid fue un conocido publicista, y en Barcelona, a uno de sus clientes sexuales. El empresario le prometió un dinero extra por la sesión habitual, pero al final, se negó a pagarle, y por ello, murió.
En 1969 mató a una mujer de 68 años y mantuvo relaciones con su cadáver durante tres noches seguidas.
En 1969 cometió su crimen más brutal: asaltó a una anciana de 68 años, la arrojó desde unos 10 metros, bajó a buscar el cadáver sanguinolento, lo llevó a un túnel y tuvo sexo necrófilo tres noches seguidas…
En 1970 comenzó el principio del fin para su carrera delictiva. En el Puerto de Santa María, Cádiz, se reunió de nuevo con su padre, y comenzó una vida de trabajo junto a él en el pueblo.
Allí comenzó a salir con una muchacha que era conocida por su afición a los hombres. Disfrutaban de su relación como cualquier pareja, hasta que una noche, Manuel entabló una discusión con ella. Ella le insultó, diciéndole que no era hombre y que muchos habían estado con ella antes que él, y muchos lo estarían después. Manuel entró en cólera y la estranguló con sus propios leotardos. Ocultó el cuerpo en unos matorrales y volvió al pueblo.
Visitó el cuerpo en tres ocasiones más los días siguientes, hasta que, por fin, la Policía lo detuvo con la acusación de asesinato.
La lista de víctimas se reveló extensa. Sus viajes por Francia, Italia y la propia España dejaron un reguero de sangre, aunque sólo se pudieron probar ocho. Quedaban pendientes catorce más, que se investigaron sin éxito y otras 26 confesadas por él mismo.
Análisis revelaron que Manuel tenía el cromosoma XYY, denominado “de Lombroso” o “de la criminalidad”: por ello carecía de conciencia, de capacidad para sentir remordimiento; podía asesinar sin parpadeo, aceleración cardíaca o sudoración nerviosa. Era una máquina de matar.
Los últimos días de Manuel Delgado en un centro psiquiátrico.
1. Anders Behring Breivik - El Monstruo de Noruega.
Los atentados
El 22 de julio de 2011, a las 15.26 horas, se produjo una explosión en los alrededores de un edificio gubernamental de Oslo que terminó con la vida de ocho personas. El ataque fue perpetrado por Anders Breivik, mediante un coche bomba.
Los destrozos del coche bomba.
La Masacre de Utoya.
La ideología de Breivik
Breivik se define como nacionalista y conservador. Sus ideas son de ultraderecha y, para él, estos atentados son parte de su cruzada contra el Islam y el multiculturalismo que según él están “destruyendo” a Noruega y Europa.
Breivik se enfrenta a una pena máxima de 21 años de cárcel, si es declarado imputable por la corte de Oslo . Una vez que cumpla la pena, podría prorrogarse por cinco años de manera ilimitada, si es considerado un peligro para la sociedad. Si es declarado no imputable, será recluido en un centro siquiátrico.
Apelará si no es imputable
Anders Behring Breivik apelará si es declarado enfermo mental y, por tanto, no imputable, ya que teme que aquello desacredite su ideología.
“Está convencido de que, si es declarado imputable, no apelará, pero si es declarado legalmente enfermo mental, apelará”, remarcó ayer su abogado, Geir Lippestad (foto).
Tras conocer la sentencia, Breivik sólo podrá mencionar sus motivos para apelar, pero no podrá comentar el fallo ni hablar de su ideología.
Algunas de las victimas de la masacre de Utoya.
El estado mental de Breivik ha generado un debate sin precedentes en Noruega, ya que dos exámenes siquiátricos concluyen resultados muy distintos.
El primer grupo que analizó al ultraderechista noruego dice que es un enfermo mental, víctima de sus delirios de grandeza y que cree que puede salvar al mundo y decidir quién debe morir, esto porque pertenecería a una red de caballeros templarios presuntamente producto de su imaginación.
Sin embargo, otros siquiatras, al igual que el personal de la cárcel en donde permanece, no observaron síntomas de esquizofrenia paranoide ni de que se encontrara en estado sicótico.
En lo que coinciden no sólo los equipos médicos, sino que todos quienes han presenciado el juicio en su contra, es en la frialdad extrema de Breivik ante las declaraciones de supervivientes o la reconstrucción de los ataques. Los expertos dicen que padece un trastorno disocial.
La cárcel
En cualquier caso, por motivos de seguridad, el “monstruo noruego” deberá cumplir su pena en la cárcel de Ila.
Si es condenado a presidio en una prisión, podría encontrarse en dependencias muy similares a las que ocupa desde que fue detenido. Es decir, separado del resto de los prisioneros, al menos en el corto plazo. En Ila, dispone de tres módulos de unos 8m2 cada uno: uno para dormir, otro destinado al ejercicio físico con aparatos de musculación y el último transformado en una zona de trabajo, con un computador portátil. Sin embargo, no tiene conexión a Internet.
Fuentes:
Sigo sin entender cual es la relación que la gente hace entre asesinos en serie y lo paranormal, no tiene nada que ver una cosa con la otra.
ResponderEliminar