El Osario de Sedlec es una pequeña capilla católica situada bajo la Iglesia del Cementerio de Todos los Santos, en Sedlec, República Checa. En esta macabra construcción se encuentra uno de los más escalofriantes osarios del mundo, que contiene entre 40.000 y 70.000 esqueletos humanos, colocados artísticamente para formar la decoración y el mobiliario de la capilla. Lo "artístico" de su decoración se debe a la necesidad de organizar los huesos desenterrados en las obras de remodelación del cementerio.
En 1870 la familia Schwarzenberg corrió con los gastos de una nueva reforma, esta vez de la iglesia construida en mitad del cementerio. Para ello contrató a Frantisek Rit, un tallista de madera, que sería el encargado de redecorar la capilla. El artista pasó una larga temporada encerrado literalmente entre los muros del osario, hasta que finalmente dio por terminada su obra. Había utilizado todos esos huesos, apilados por el paso del tiempo, para crear una decoración tan macabra como única en el mundo. Los macabros resultados de su trabajo hablan por sí solos...
Escudo de Armas Montado a la entrada de la Iglesia.
Una enorme lámpara de araña, que contiene al menos una unidad de todos los huesos que forman el cuerpo humano, cuelga del centro del nave junto a las guirnaldas de cráneos que cubren las bóvedas. Otros trabajos incluyen custodias flanqueando el altar, un gran escudo de armas de los Schwarzenberg, y la firma del maestro Rint, también hecha de huesos y situada en la pared junto a la entrada.
La extravagante lámpara araña de la iglesia.
El cementerio tuvo que ser ampliado en varias ocasiones para poder acoger tantos cuerpos. A mediados del siglo XIV, la Peste Negra y las Guerras Usitas trajeron consigo miles de nuevos cadáveres y en consecuencia la necesidad de ampliar una vez mas.
Aproximadamente en el año 1400 fue construida una iglesia gótica en el centro del cementerio. La iglesia poseía una bóveda en un nivel superior y una capilla en el sótano que se habilitó como un osario, donde se acumularon los huesos de todos los cuerpos desenterrados en las obras y algunos retirados para hacer nuevo espacio en el cementerio.
En 1970, centenario de la obra de Rint, el cineasta checo Jan Švankmajer fue el encargado de hacer un documental del osario. El resultado fue una grabación de 10 minutos de duración, una pesadilla llena de imágenes esqueléticas narradas con la voz neutra de una guía de viaje. Posteriormente Švankmajer reeditaría el film, con una introducción hablada y una pieza de jazz de Zdeněk Liška del poema "Comment dessiner le portrait d'un oiseau" ("Cómo dibujar el retrato de un pájaro") de Jacques Prévert.
Fuentes:
Lo considero arte, independiente del elemento que se utilize y a pesar de ser mas que freak sigue siendo arte o al menos una decoración "llamativa".
ResponderEliminarEl documental de 1970 me parece mas tétrico que la misma iglesia.