Rituales diabólicos, asesinato y muerte, tres cosas que forman la base sobre la que se asienta el folclore de unos de los lugares más extraños de los Estados Unidos. Situado al sudoeste del estado de Tennessee, realmente pocos lugares en la actualidad consiguen inspirar más miedo y terror que el célebre túnel Sensabaugh.
Pero, ¿cuál es la verdadera historia detrás de este infame lugar y porqué tantas personas temen aproximarse? ¿A cuales fenómenos se encuentra asociado? ¿Qué cosas son verdad y cuales son invenciones de los pueblerinos? Los profundos secretos que guarda el túnel Sensabaugh resultan mucho más inquietantes que cualquier leyenda urbana.
El túnel Sensabaugh se encuentra situado en las proximidades de la carretera Big Elm en Kingsport, Tennessee, y no queda demasiado retirado de una antigua mansión construida a mediados del siglo XIX. Con aproximadamente 40 metros de largo, la construcción del túnel tuvo inicio en 1920 con el objetivo de facilitar el tránsito de los residentes y permitir un acceso más rápido entre el valle y la ciudad contigua.
Actualmente esta vía se encuentra en total estado de abandono. Existen otros caminos más claros y seguros. La entrada que conduce hasta el sitio, solamente es utilizada por los habitantes locales, y aun así, en muy raras ocasiones. El hormigón con el que está construido presenta diversas fisuras y hay graffiti que cubre prácticamente todo el frente, además de grietas y pozos llenos de agua acumulada de lluvia. El túnel es muy oscuro y está en pésimo estado de conservación, con puntos de inundación, filtraciones y moho acumulándose por todas partes, además de jeringuillas desechables, lo que evidencia el uso de drogas. Pero no siempre fue así. Durante algún tiempo el túnel fue un lugar bastante común, una ruta más utilizada por los habitantes de Kingsport.
El túnel se hizo famoso después de un notorio asesinato que ocurrió en su interioralgunos años después de su inauguración.
Las otras dos versiones no involucran al personaje del vagabundo. De acuerdo con una, el Sr. Sensabaugh vivía junto a su familia en una muy buena casa, bastante próxima a la entrada del túnel. Un día, el hombre simplemente enloqueció después de haber perdido todo lo que tenía durante la crisis de 1929. Lleno de deudas y a punto de perder su propiedad, asesinó a toda su familia con un hacha. Entonces, tomó al bebé recién nacido y lo arrojó a una fisura que se había abierto en el interior del túnel. Si esa versión es verdadera, no hay archivo policial que la constate, pero algunos dicen que mucha gente en la época simplemente enloqueció, y para evitar que más casos así se suscitaran, las autoridades prefirieron desaparecer los registros. Los habitantes más viejos juran que fue verdad.
Por último, la versión restante dicen que la Sra. Sensabaugh habría sido la responsable de la tragedia luego de haber dado a luz a su cuarto hijo. Enloquecida y presa de una desesperación total (quizá provocada por una psicosis puerperal) habría colocado raticida en la comida que serviría a la familia y, silenciosamente, observó a cada uno de ellos agonizar entre convulsiones. Después de esto subió al cuarto donde dormía el bebé, tomó al niño y lo llevó hasta el interior del túnel, donde ambos desaparecieron en la oscuridad. Sus cuerpos jamás fueron encontrados. La residencia de los Sensabaugh fue demolida en 1950.
Si cualquiera de estas versiones fuera remotamente verdadera, no queda duda de que la tragedia tuvo lugar hace bastantes años, posiblemente algunos años después de terminado el túnel, como máximo, una década después. Sea como fuere, la tragedia real o inventada se incorporó de tal manera entre la población, que los habitantes de la zona son incapaces de cuestionar su veracidad.
Las historias sobrenaturales comenzaron cuando algunas personas que transitaban en automóvil por el lugar afirmaban escuchar el llanto de un bebé recién nacido. Seguido del llanto se presentaban diversas averías en el auto. Según los rumores, cuando el auto se apagaba misteriosamente en el interior del túnel, era muy difícil volverlo a encender. El sonido del llanto en esos casos se podía escuchar entre los intentos de arrancar el vehículo.
Por lo menos dos viajeros habrían escuchado y descendido para revisar el túnel, creyendo que podría tratarse de un niño perdido. Andando entre la oscuridad, uno de ellos habría perdido el equilibrio, tropezado y caído fracturándose el cráneo en la cera de concreto. Otro había escuchado el sonido, investigado y concluido que venía desde un pozo muy estrecho donde no podía entrar. El sujeto volvió hasta Kingsport e intentó conseguir ayuda, pero nadie quiso acompañarlo hasta el túnel. El hombre habría sido testigo de algo tan terrible que fue encontrado al día siguiente, deambulando, confuso y perturbado por el bosque. Sus cabellos se habían puesto blancos como la harina.
Hay también quien afirma haber escuchado los pasos del Sr. Sensabaugh haciendo eco en el túnel y una sombra siniestra surgir de las paredes sosteniendo lo que parecía un hacha. Una testigo relató que vio el reflejo de un hombre en el espejo retrovisor de su auto, pero apenas volteó, no pudo encontrar nada en el asiento trasero.
Entre los años 40 y 50, el túnel era utilizado como un punto de encuentro para los enamorados y amantes que lo utilizaban para encuentros fortuitos donde podían aprovechar el silencio y aislamiento. Las jóvenes parejas de enamorados preocupados por esconder sus relaciones amorosas se valían de la total privacidad ofrecida por aquel sitio. Y por supuesto, las historias de tragedia y fantasmas también servían como combustible para avivar aún más las llamas del peligro y la excitación.
Aunque menos frecuentes que las historias sobre el bebé, existen relatos sobre dos fantasmas ensangrentados y mutilados que vagan en la oscuridad. Y en algunas versiones un poco más picantes, las personas ven a una pareja teniendo sexo en el interior del túnel. Los más curiosos que se detenían a espiar la escena, se arrepentían unos instantes después, pues los amantes asumen una forma cadavérica.
Cuando un segundo camino fue abierto a mediado de la década de 1950, el túnel dejo de ser usado, a excepción de por algunas parejas, adolescentes, vagabundos y drogadictos.
En 1966, tres jóvenes habrían utilizado el mismo túnel como un sitio para drogarse. Los cuerpos de dos de ellos fueron encontrados a mitad del camino subterráneo, víctimas de una sobredosis. Pero el tercero de ellos, un tipo rebelde que utilizaba una chaqueta de cuero, fue detenido por la policía al día siguiente. Contó una historia verdaderamente exquisita. Dijo que sus amigos se mataron, aplicándose una dosis letal de heroína en las venas, después de escuchar algunas voces en el fondo del túnel. El adolescente también escucho las misteriosas voces y llegó a preparar la jeringa, pero en el último momento se armó de valor y corrió con todas sus fuerzas sin mirar hacia atrás. Pese a que sobrevivió a la experiencia, terminó en un centro de rehabilitación donde murió en circunstancias muy extrañas.
En la década de los 80, hubo una explosión de historias absurdas sobre sectas satánicas y misas negras a lo largo y ancho de los Estados Unidos. Un fenómeno que provocó histeria colectiva y que perduró hasta el inicio de los años 1990. De forma repentina, el país parecía estar bajo el ataque de seguidores satánicos dispuestos a realizar sacrificios. Pese a lo que se creía en la época, la gran mayoría de estos “cultos satánicos” no pasaban de fraudes exagerados por los medios de comunicación o de grupos de alborotadores con un interés mínimo en el culto, pero sin vocación real.
Un lugar con tan larga tradición de rarezas como el túnel Sensabaugh acabó siendo un imán para los locos que estaban aficionados a lo sobrenatural y que estaban dispuestos a “comunicarse con los espíritus atrapados en su interior”. Luego de que el lugar fuese invadido y pintarrajeado con cruces invertidas, pentagramas y signos diabólicos, las autoridades decidieron cerrar el túnel y sellar su entrada con tablas, añadiendo un aviso de que los invasores tendrían que responder ante la ley.
Y por supuesto, dicha prohibición no permitió que ocasionalmente alguien decidiera adentrarse en el túnel, encender velas negras y contar con toda ventaja que había visto fantasmas, espíritus y hasta demonios. Una de las leyendas que tomaron forma en esa época tiene que ver con las extrañas grietas en el concreto. Según algunos, estas profundas fallas serían una entrada hacía el propio infierno y, a través de estas, los horrores del inframundo habrían llegado hasta la superficie para crear todo tipo de tragedias.
La última noticia curiosa que se tiene del túnel Sensabaugh es sobre una grabación de un episodio para un programa de televisión sobre los lugares más encantados de los Estados Unidos. Un grupo de “especialistas de lo sobrenatural” consiguió permiso para ingresar al túnel, donde captaron la presencia de los fantasmas que habitan el lugar, pero ninguno de los intentos de hacer contacto resultó con éxito. Pese al aparente fracaso, la exposición en el medio avivó nuevamente la curiosidad sobre el lugar que fue considerado, según encuestas recientes, uno de los más encantados del país.
Fuente: marcianosmx.com
Bastante interesante.... conozco otros relatos que concluyen con el mismo Sr. Sensabaugh.
ResponderEliminarQuería comentarte que la lectura se da pesada, por los colores, te sugeriría un cambio en el color de la letra.
Un abrazo y la mejor de las energías desde mi Super Nova ;)
Gracias Nala, para tí igual :)
ResponderEliminar