Don Patricio Poggi pagó cinco años de prisión por haber abusado sexualmente de varios adolescentes en una iglesia de Roma mientras oficiaba como sacerdote y desde que recuperó su libertad empezó una campaña de desprestigio en contra de la Iglesia Católica.
El exsacerdote proclamó públicamente que un gran anillo de prostitución homosexual se ejercía alrededor de la Santa Sede.
Según Poggi, un oficial de la policía reclutaba jóvenes para cerca de nueve clérigos en el Vaticano. No pasó mucho tiempo para que el hombre fuera encarcelado de nuevo, al ser acusado de calumnia y difamación.
“Poggi concibió y estaba poniendo en marcha un plan para desprestigiar y calumniar a respetables miembros de la Iglesia” citaron algunos voceros en el Vaticano, quienes además agregaron, “quería provocar un escándalo para que eventualmente se revisara su sentencia y su posible reintegro a la Iglesia Católica”.
Las quejas de Don Patricio Poggi aparecieron luego de que el Vaticano se negara a reinsertarlo al servicio, una vez que cumplió su condena. “Luego de reflexionar y después de una dolorosa historia de abuso y mal uso del poder que tengo superada gracias a la fe que me guía, decidí que lo correcto era cooperar con la justicia”.
Sin embargo, el cardenal Agostino Vallini, cabeza del Vicariato de Roma aseguró que todas las declaraciones de Poggi están basadas en una desbordada sed de venganza y que nada de lo que dice es cierto. “Vamos a demostrar que todo esto no es más que una calumnia”, afirmó.
La polémica sin duda ha agitado los ánimos de los fieles y los detractores de la Santa Sede ven ahora un argumento más para alejarse de los ideales católicos. Un escándalo más sobre homosexualismo y abuso de menores con el que tendrá que lidiar el Papa Francisco, mientras realiza una limpieza en el banco del Vaticano.
El Vaticano niega el "lobby gay"
CIUDAD DEL VATICANO, Italia.- La Secretaría de Estado de la Santa Sede publicó hoy un comunicado en el que rechaza los "intentos de condicionar a los cardenales, con vistas al cónclave, con la difusión de noticias a menudo no verificadas o verificables y por lo tanto, falsas, con gran daño a personas e instituciones".
También se desmintió que la decisión del Papa Benedicto XVI de enviar a un funcionario de alto nivel a trabajar en América Latina estaba vinculada a un informe secreto sobre la filtración de documentos papales.
Desde que Benedicto XVI anunció su renuncia el 11 de febrero, han abundado los rumores en los diarios italianos sobre conspiraciones, informes secretos y grupos de presión en el Vaticano que habrían llevado al Papa a dejar el máximo cargo de la Iglesia Católica.
En algunos informes se dio a entender que hubo motivos siniestros detrás de la decisión del Papa de designar a monseñor Ettore Balestrero, un italiano que ocupa un puesto más o menos equivalente al de viceministro de Relaciones Exteriores, como el nuevo embajador del Vaticano en Colombia.
El portavoz del Vaticano, el sacerdote Federico Lombardi, dijo que las insinuaciones de que el Papa designó a Balestrero en el puesto en Colombia para sacarlo del Vaticano eran "absurdas y totalmente infundadas".
El Papa reveló que dejará el cargo el 28 de febrero, convirtiéndose en el primer Pontífice en renunciar en cerca de seis siglos. Benedicto XVI, de 85 años, dijo que su delicado estado de salud ya no le permite liderar a los 1.200 millones fieles de la Iglesia Católica como a él le gustaría.
No obstante, el diario italiano "La Repubblica" ha publicado una serie de artículos, en los que no menciona sus fuentes, sobre un supuesto informe secreto preparado para el Papa por una comisión de tres cardenales que investigaron el llamado escándalo Vatileaks el año pasado.
En ese escándalo, Paolo Gabriele, el ex mayordomo del Papa, fue declarado culpable de haber robado documentos papales personales y filtrarlos a los medios de comunicación. Los textos denuncian la presunta corrupción en el Vaticano y las luchas internas que existen en su banco, que ha estado en el centro de una serie de escándalos en las últimas décadas.
Las historias de los medios italianos sugieren que se mencionaba a Balestrero en el informe de los cardenales, que fue entregado al Papa y sigue siendo secreto. Balestrero fue jefe de la delegación del Vaticano en el comité Moneyval del Consejo de Europa, que evalúa cómo los países están aplicando las normas internacionales en materia de transparencia financiera.
El Vaticano, una ciudad-estado soberana ubicada en Roma, se sometió a las investigaciones del comité Moneyval en un intento de lograr una transparencia financiera completa y dejar atrás los escándalos.
Antes de ayer, además, "La Repubblica" publicó, en concreto, detalles escalofriantes del documento, en los que aparecen sexo, chantajes y un "lobby gay". "No fornicar, no robar: los dos mandamientos violados en el dossier que turba al Papa", dice en otra parte el artículo.
Lombardi rechazó esta mañana, una entrevista a Radio Vaticano consignada por la agencia AFP, todas las acusaciones. "Hay quien intenta aprovechar el movimiento de sorpresa y desorientación para sembrar la confusión y desprestigiar a la Iglesia", sostuvo. Reuters - LA GACETA
Papa Francisco: "¿Quién soy yo para juzgar a un gay?"
Por Elisabetta Piqué
Las respuestas del sumo pontífice sobre el Vatileaks, la corrupción en la Iglesia, el aborto, el matrimonio igualitario, su recuerdo de Buenos Aires y su relación con Benedicto XVI
A BORDO DEL VUELO PAPAL.- Tras agradecer el trabajo de los periodistas y reconocer que no podía creerlo cuando, desde el altar, veía a 3 millones de jóvenes de 178 países que participaron de la misa de cierre de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), vino el momento de las preguntas. Para ello, los periodistas nos habíamos organizado por grupos lingüísticos y por países. Los dos argentinos presentes en el vuelo tuvimos la ventaja de tener al Papa compatriota: los dos pudimos hacer preguntas.
Transcribir la hora y veinte de preguntas y respuestas-arduo trabajo que nos dejó a muchos sin dormir-, significaría un libro. Aquí, algunas de las más trascendentes.
La mía fue en nombre de los 50.000 argentinos que me encontré en Río de Janeiro y me decían 'vas a viajar con el Papa, pregúntale cuándo va a venir a la Argentina'. Y como ya dijo que no va a viajar por el momento, entonces le voy a hacer una pregunta más difícil:
-¿Se asustó cuando vio el informe Vatileaks?
-No. Les voy a contar una anécdota sobre el informe Vatileaks. Cuando fui a ver al papa Benedicto, después de rezar en la capilla nos reunimos en el estudio y había una caja grande y un sobre. Benedicto me dijo: 'en esta caja grande están todas las declaraciones que han prestado los testigos. Y el resumen y las conclusiones finales están en este sobre. Y aquí se dice ta, ta, ta.' ¡Lo tenía todo en la cabeza! Pero no, no me asusté. Es un problema grande, pero no me he asustado.
- Una pregunta un poco delicada. La historia de monseñor Ricca ha dado la vuelta al mundo, ¿cómo va a afrontar este asunto y todo lo relacionado con el supuesto lobby gay en el Vaticano?
-Con respecto a monseñor Ricca, he hecho lo que el derecho canónico manda hacer, que es la investigación previa. Y esta investigación no dice nada de lo que se ha publicado. No hemos encontrado nada. Pero yo querría agregar una cosa: muchas veces en la Iglesia se va a buscar los pecados de juventud y se publican. Y hablo de pecados, no delitos como los abusos de menores. Pero si una persona -laica, cura, o monja- comete un pecado y luego se arrepiente, el Señor la perdona. Y cuando el Señor perdona, olvida. Lo importante es hacer una teología del pecado. Muchas veces pienso en San Pedro: hizo de los peores pecados, renegar de Cristo. ¡Y con ese pecado lo hicieron Papa!
- ¿Y el lobby gay?
-Se escribe mucho del lobby gay. Todavía no me encontré con ninguno que me dé el carnet de identidad en el Vaticano donde lo diga. Dicen que los hay. Cuando uno se encuentra con una persona así, debe distinguir entre el hecho de ser gay del hecho de hacer lobby, porque ningún lobby es bueno. Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo? El catecismo de la Iglesia católica lo explica de forma muy linda esto. Dice que no se deben marginar a estas personas por eso. Hay que integrarlas en la sociedad. El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser hermanos. El problema es hacer un lobby.
-Ha dado la vuelta al mundo la fotografía de usted que sube la escalerilla del avión llevando un portafolio negro. ¿Qué había adentro?
-No estaba la llave de la bomba atómica (risas). Lo llevaba porque siempre lo hice cuando viajo. Adentro está la afeitadora, el breviario, la agenda, un libro para leer, que es uno sobre Santa Teresina, de la que soy devoto. Siempre llevo el portafolio cuando viajo, es normal. Debemos habituarnos a ser normales. La normalidad de la vida.
-La sociedad brasileña ha cambiado, los jóvenes han cambiado. Usted no ha hablado sobre el aborto ni sobre el matrimonio ente personas del mismo sexo. En Brasil se ha aprobado una ley que amplía el derecho al aborto y otra que contempla los matrimonios entre personas del mismo sexo. ¿Por qué no ha hablado sobre eso?
-La Iglesia se ha expresado ya perfectamente sobre eso, no era necesario volver sobre eso, como tampoco hablé sobre la estafa, la mentira u otras cosas sobre las cuales la Iglesia tiene una doctrina clara. No era necesario hablar de eso, sino de las cosas positivas que abren camino a los chicos. Además los jóvenes saben perfectamente cuál es la postura de la Iglesia.
-¿Pero cuál es su postura en esos temas?
-La de la Iglesia, soy hijo de la Iglesia.
-¿Cómo se siente siendo Papa? ¿Es feliz?
-Hacer el trabajo de obispo es una cosa linda. El problema es cuando uno busca ese trabajo, eso no es tan lindo, eso no es del Señor. Existe siempre el peligro de creerse un poco superior a los otros, no como los demás, un poco príncipe. Son peligros y pecados. Pero el trabajo de obispo es lindo, es ayudar a los hermanos a avanzar. El obispo delante de los fieles para señalar el camino, el obispo en medio de los fieles para ayudar a la comunión, el obispo detrás de los fieles porque los fieles con frecuencia tienen el olfato de la calle. Me preguntaba si me gusta. Sí, me gusta ser obispo. En Buenos Aires fui muy feliz. El Señor me asistió en eso. Como obispo fui feliz, como sacerdote fui feliz. En ese sentido me gusta.
-¿Y le gusta ser Papa?
-Sí, también. Cuando el Señor te pone ahí, si tú haces lo que el Señor te pide eres feliz. Eso es lo que siento.
-¿Está cansado?
-No estoy casado, yo soy single (risas)
-Cuando se reunió con argentinos, un poco en broma y un poco en serio dijo que a veces se siente enjaulado.
-¿Usted sabe la de veces que tuve ganas de pasear por las calles de Roma? Porque a mí me gusta andar por las calles, me gustaba tanto y en ese sentido me siento un poco enjaulado. Pero debo decir que los de la Gendarmería vaticana son buenos, son realmente buenos y yo les estoy agradecido. Ahora me dejan hacer algunas cuantas cosas más, pero es su deber garantizar la seguridad. Enjaulado en ese sentido, de que a mí me gusta andar por la calle, pero entiendo que no es posible, lo entiendo. Lo dije en ese sentido. Porque, como decimos en Buenos Aires, yo era un sacerdote callejero.
-¿Por qué usted pide tan insistentemente que se rece por usted?
-Yo siempre pedí esto. Empecé a pedirlo con cierta frecuencia en el trabajo de obispo. Siento que si el Señor no ayuda en este trabajo, para que el pueblo de Dios vaya hacia adelante, uno no puede. Yo me siento de verdad con tantos límites, con tantos problemas, también pecador. Debo pedir esto, me sale de adentro. También a la Virgen le pido que rece por mí al Señor. Es una costumbre que me viene de fuera, también de la necesidad que tengo por mi trabajo. Siento que debo pedirlo. Es así.
-¿Qué piensa de ordenación de las mujeres?
-En cuanto a la ordenación de las mujeres la Iglesia ha hablado y dice no. Lo ha dicho Juan Pablo II, pero con una formulación definitiva. Esa puerta está cerrada. Pero sobre esto quiero decirles algo: la Virgen María era más importante que los apóstoles y que los obispos y que los diáconos y los sacerdotes. La mujer en la Iglesia es más importante que los obispos y que los curas. ¿Cómo? Esto es lo que debemos tratar de explicitar mejor a través de una profundización de la Teología de la mujer.
- ¿Siendo Papa, todavía se siente jesuita?
-Es una pregunta teológica porque los jesuitas hacen votos de obediencia al Papa. Pero si el Papa es jesuita, quizás tiene que hacer voto de obediencia al Padre General de los Jesuitas, no sé cómo se soluciona esto. Yo me siento jesuita en mi espiritualidad. No cambié espiritualidad, sigo pensando como jesuita, no hipócritamente, pero pienso como jesuita.
-A cuatro meses de su pontificado, ¿nos puede hacer un pequeño resumen? ¿Qué ha sido lo mejor, lo peor y qué le ha sorprendido más en este periodo?
-De verdad, no sé cómo responder a esta pregunta. Cosas malas no ha habido. Cosas buenas, sí. Por ejemplo, el encuentro con los obispos italianos. Fue muy lindo. Una cosa dolorosa, que me ha golpeado el corazón, fue la visita a la isla de Lampedusa. Cuando llegan estas barcas, los dejan a algunas millas de distancia de la costa y ellos tienen que llegar solos. Ha sido doloroso porque pienso que estas personas son víctimas del sistema socioeconómico mundial. Pero la cosa peor [tono de broma] fue una ciática, de verdad, la tuve en el primer mes. Fue dolorosísimo. No se la deseo a nadie.
-A usted le gustaba mucho la Argentina y llevaba muy en el corazón a Buenos Aires. Los argentinos se preguntan si usted no extraña ir en colectivo, andar por la calle.
-Sí, Buenos Aires me falta. Pero es una falta serena.
Estábamos a 20 minutos del aterrizar, con las manos hundidas en la computadora y volvió a aparecer él, Francisco. Volvió a saludar y agradecer a todos con una sonrisa. Le dije: "Padre Jorge, se pasó de rosca, nos hizo trabajar demasiado". "Ustedes se lo buscaron, lo quisieron", me contestó.
Papa renunció tras informe ultrasecreto sobre red de sexo y corrupción en el Vaticano.
Astrid Alex.
Jueves 21 de Febrero de 2013 15:50
El diario italiano La Republica asegura este jueves que Benedicto XVI decidió su renuncia tras haber recibido un informe ultrasecreto elaborado por tres cardenales en el que se denuncia una trama de corrupción, sexo y tráfico de influencias en el Vaticano.
Según el diario, en una nota firmada por la periodista Concita di Gregorio, el informe, encargado el año pasado por Benedicto XVI a tres cardenales, el español Julián Herranz, el eslovaco Jozef Tomko y el italiano Salvatore De Giorgi tras las filtraciones de documentos confidenciales y conocido como el escándalo Vatileaks, revela un sistema de “chantajes” internos basados en debilidades sexuales y ambiciones personales.
El texto, de 300 páginas, que se refiere a un “lobby gay” dentro del Vaticano, fue entregado en diciembre al pontífice, según la periodista que no aclara como accedió al documento.
“Fantasías, invenciones, opiniones”, aseguró el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, tras advertir que no comentará el artículo y que los cardenales involucrados no aceptarán conceder entrevistas.
Bajo el título “No fornicarás, ni robarás, los mandamientos violados en el informe que sacudió al Papa”, el diario sostiene que el anciano cardenal español Herranz, del Opus Dei, ilustró el 9 de octubre pasado al Papa los “asuntos más escabrosos” del informe, en particular la existencia de una “red transversal unida por la orientación sexual”.
“Por primera vez la palabra homosexualidad fue pronunciada en el apartamento papal”, escribe el diario.
La Republica sostiene que durante ocho meses los cardenales interrogaron a numerosos prelados y laicos, dividiéndolos por congregación y nacionalidad y establecieron que existen varios grupos de presión dentro del Vaticano, entre ellos uno sujeto a chantaje, a “impropriam influentiam” por su homosexualidad.
Otro grupo es especializado en montar y desmontar carreras dentro de la jerarquía vaticana y otro aprovecha para usar multimillonarios recursos para sus propios intereses a la sombra de la cúpula de San Pedro a través del banco del Vaticano, según la publicación.
En un informe especial, la revista Panorama, en un artículo firmado por Ignazio Ingrado, sostiene que el documento será determinante para la elección del sucesor de Benedicto XVI.
Para las publicaciones, el Papa se convenció que un sucesor más joven, fuerte y enérgico es el mejor indicado para hacer limpieza en la milenaria institución y por ello decidió dejar el Trono de Pedro el próximo 28 de febrero.
Fuentes:
*Lamentablemente la mayoría de las fuentes fueron eliminadas*
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