lunes, 13 de octubre de 2014

El Ébola en España es un experimento sociológico del laboratorio del Nuevo Orden Mundial.



Ya preguntamos en su momento por qué trajeron al virus a Europa en el cuerpo de un misionero. Todas las alarmas saltaron entonces desde diversos colectivos relacionados con la Sanidad. Pero si analizamos todo esto friamente concluiremos que no puede haber mayor incongruencia.

Esto del traslado de enfermos y las posibles 4 víctimas, por ahora, parece hecho adrede. No se puede ser tan chapuza y tan irresponsable si no fuera porque tal vez detrás hay un propósito. Tal vez me equivoque pero así lo veo.

España parece el experimento sociológico del laboratorio del Nuevo Orden Mundial. Si analizamos fríamente lo ocurrido en los últimos años en el estado español nos echaríamos las manos a la cabeza porque no entenderíamos cómo una población puede soportar tanto.

Sabemos que el ébola surgió de la nada en el centro de África en los años 60. Sabemos que los científicos al servicio de la élite fabrican virus y enfermedades para ser usadas como arma de presión o de guerra.

Con lo grande que es el mundo y con los miles y miles de aviones que a diario lo surcan, casualmente en el vuelo MH 17 viajaba el experto en ébola Glenn Thomas, que alertó de que en Sierra Leona veía cosas raras.

También fallecieron "oportunamente "cinco prominentes expertos que en breve iban a publicar un estudio sobre el ébola en la prestigiosa revista científica "Sciencie" titulado "Vigilancia genómica aclara el origen del virus del Ébola y la transmisión durante el brote de 2014".

Quizás alguien presione de esta manera a un gobierno para que se pliegue a sus exigencias, aunque el despropósito y la chapuza que el gobierno de Rajoy y las infraestructuras sanitarias han evidenciado nos hace dudar.

Hubo con anterioridad en España dos situaciones en cierta medida similares y otra muy leve como lo ocurrido con el E. coli en junio del 2011.

Uno de estos incidentes ocurrió en Palomares y obligó al dictador Franco a plegarse a las exigencias de los EEUU.

El otro, de ingrato recuerdo, fue allá por enero de 1981 con la muerte y enfermedad de miles de personas causadas supuestamente por el aceite de colza. Casualmente la fecha coincide con la inmediata dimisión de Adolfo Suárez, que recordemos era contrario a ingresar en la OTAN, y con el inmediato y falso golpe de estado del 23 de febrero del mismo año. Esto, "casualmente", dio con los huesos bajo tierra del investigador que más se acercó a la trama: nuestro admirado Andreas Faber Kaiser.

Es obvio que todo son hipótesis, pero la verdad nunca proviene del poder, aunque tal vez solo sea un lamentable episodio más de este gobierno del PP y no las amenazas de alguien que dice a España "mira lo que hago contigo si no me obedeces".


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