martes, 2 de septiembre de 2014

Los animales también pueden ser poseídos por entidades demoníacas.



Es un hecho demostrado que los animales tienen alma ya que son capaces de demostrar emociones. De lo contrario estas criaturas serían como una cáscara vacía. Pero dejando a parte esta controversia, muchos espíritus malévolos o demonios tienen la capacidad de poseer tanto animales como objetos.

La realidad es que los animales están en sintonía con la actividad espiritual, pudiendo sentir entidades de otras dimensiones, y es que mucho antes de que los seres humanos seamos capaces de detectar la actividad paranormal los animales ya han percibido esas presencias. Esto hace que el animal se convierta en toda una tentación para la posesión por tales espíritus.

El propósito de la posesión de los animales es utilizarlos como medios para dañar a los seres humanos. La posesión es temporal, durante el cual pueden hacer que los animales tengan un comportamiento inusual como atacando salvajemente a la gente sin explicación aparente o haciendo que insectos y animales (cucarachas, ratas, chinches, mosquitos, etc…) se multipliquen muy rápido de modo que se convierten en un problema para los seres humanos.




Casos de posesiones animales

Ed Warren, uno de los más famosos investigadores de lo paranormal que falleció en 2006, dijo que los casos de posesiones en animales están bien documentados históricamente desde antes de la Edad Media. Warren en una de sus publicaciones recordó un caso ocurrido en Connecticut, donde un perro cambió su actitud apacible por una bestia feroz.

El perro al parecer babeaba, con unos ojos oscuros como el carbón. En repetidas ocasiones el animal mordió salvajemente a su amo, además de mostrar una fuerza increíble. Pero lo más sorprendente fue que el veterinario no fue capaz de diagnosticarle ninguna enfermedad. El animal continuó siendo objeto de la posesión, por lo que solicitaron la ayuda de un exorcista. Todos los presentes aseguraron que mientras se le realizaba el exorcismo el perro se puso muy rígido con unos ojos saltones. Gruñía y se estremecía como una persona, para finalizar con gemido que parecía proceder del mismísimo infierno. A partir de entonces el animal nunca más volvió a tener ese comportamiento inusualmente agresivo.

Los Warren también hicieron referencia a un gato poseído que trató de matar a su propietaria. Una mujer que compró un gato y se lo llevó a casa, no sabía que había sido utilizado en rituales de magia negra.Una noche se despertó para encontrar el gato en la parte superior de su pecho, mostrándole los colmillos, las orejas echadas hacia atrás, gruñendo y escupiéndole en su garganta. Pero lo más aterrador era que una sombra se cernía en torno al gato mientras la mujer se ahogaba. Casi sin poder ni respirar, la mujer empezó a orar como pudo, consiguiendo que el gato saliera corriendo de la casa para no volver jamás.

En Nueva York también hubo un caso de posesiones de animales. Algunos jóvenes que trabajaban en unos establos se vieron involucraron en una secta satánica y rituales celebrados con los animales. Al parecer una entidad demoníaca había poseído a un caballo. Una niña de unos nueve años se encontraba montando un caballo cuando de repente el animal comenzó a correr por el campo como si fueraimpulsado por una fuerza sobrenatural. En un momento dado, el caballo tiró a la niña al suelo y mientras echaba espuma por la boca, trató de atacarla. Dos veterinarios no fueron capaces de diagnosticarle absolutamente nada. Mediante un ritual de exorcismo, el caballo volvió a ser el animal dócil que era antes.





Señales de una posesión animal

Descartando el problema del mal comportamiento, cualquier mascota inocente podría terminar albergando a una entidad demoníaca, arruinando así la vida de su propietario. Pero si sabe detectar correctamente las señales de advertencia, se puede reaccionar rápidamente para minimizar el daño al animal.

Hay que estar atento a los cambios repentinos en el comportamiento del animal: Una mascota dócil se convierte repentinamente tímida, pasa por tener un comportamiento depresivo y acaba siendo hostil.
La mascota tiene un comportamiento aparentemente normal, pero cuando menos te lo esperas se vuelve destructivo.

El animal demuestra reacciones extremas a eventos ordinarios, como un perro que se lanza hacia una puerta, inusuales ladridos, arañazos y aullando sin motivo aparente.

La mascota se vuelve eufórica e hiperactiva cuando hay algún tipo de problema en casa, como si él estuviera disfrutando de la circunstancia.

Otro punto a tener en cuenta son los malos hábitos que puede coger el animal, como disfrutar de la suciedad o comiendo desechos, una conducta que nunca ha sido habitual en él.

Una mascota poseída chilla, aúlla y hasta grita de forma inusual. Y esta conducta aumenta con el tiempo y sin tener una causa lógica.

La mascota actúa de manera inusual ante objetos sagrados religiosos.

Junto con la llegada de una nueva mascota la familia comienza a experimentar acontecimientos inexplicables, accidentes extraños, o una racha de mala suerte u otras dificultades.

Como hemos podido comprobar los animales no están exentos de las posesiones de entidades demoníacas. Por eso siempre es importante proteger a la mascota mediante amuletos, velas, inciensos u otras técnicas para evitar este tipo de fenómenos que se escapan de nuestra lógica.



1 comentario :

  1. Quizás resulta muy exagerado el último apéndice de la publicación.

    Es muy complejo poder obtener pruebas fidedignas de una posesión en un animal, ya que a este no se le puede someter a análisis psicológicos y como es lógico no se puede obtener una versión del animal que es lo que supuestamente le está ocurriendo, Los Warren tienen mas de mil casos a su haber y no podían faltar una posesión de algún animal. Pero no por esto vamos a descartar tajantemente que puedan existir posesiones en animales, ya que los demonios pueden poseer objetos (el famoso caso de la muñeca Annabelle es el mejor ejemplo) y seguramente puede ocurrir en animales.

    Quizás yendo mas hacia atrás en el tiempo, específicamente en las escrituras, hay que destacar el hecho cuando Jesús exorcizó a las personas de un pueblo y los demonios posteriormente poseyeron los cuerpos de unos cerdos que finalmente fueron a parar a un río y se ahogaron.

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