lunes, 1 de abril de 2019

¿Existe el mal de ojo realmente?



El mal de ojo es una creencia popular​ extendida por muchas de las civilizaciones de nuestra historia, aunque a veces denominada de distintas formas por otras culturas, pero consistente en la misma idea: La capacidad que una persona posee sobre otra u otras personas de producir daño, desgracias, enfermedades o incluso de llegar a provocar la muerte sólo con mirarla. Suele decirse de ésta contraparte afectada que “está ojeada” o que “le echaron el ojo encima”.



Orígenes del mal de ojo.

La mirada fuerte y dañina es una creencia que se remonta, en antecedentes históricos hacia la Europa medieval. Según los testimonios de W. Born en su obra Fetiche, Amuleto y Talismán, existen incluso una serie de recetas, que el Born comparte abiertamente en su obra, consistentes en conjurar el poder de aquellas personas que tiene el poder del Basilisco en la mirada. Antiguamente se creía que las brujas poseían el don de echar el ojo para traer enfermedades a sus víctimas y que así perdieran el amor o llegaran a dejarlas en ruinas incluso.

El mal de ojo es una creencia muy extendida a lo largo y ancho del planeta pero especialmente se encuentra muy difundida en América Latina, siendo de mayor auge en Brasil, el gran país del sur, en donde se dá frecuentemente en zonas rurales, la periferia de las grandes ciudades y pequeños poblados de nuestro vecino País.

En nuestro país, es muy común que en zonas rurales o en pequeñas poblaciones, las madres realicen consultas a menudo con el “curandero” cuando sospechan que están ojeados. Dicen que los médicos tradicionales (profesionales) no pueden curar éste mal y se conocen muchos casos en los que el propio médico diplomado aconseja a las madres a llevar a sus hijos al “curandero”. Entre las causas más comunes de visita a los curanderos se incluyen el llanto inconsolable de los niños, su sueño irregular y a veces, diarrea, vómitos e incluso fiebre.



Prevenir es mejor que curar.

Nos preguntamos, cómo es posible permanecer inmune a ésta poderosa magia que con tan solo una mirada podría provocar un gran malestar? – Partiendo de la tradición, es muy usual utilizar diversos accesorios para evitar el mal de ojo. La función sería que la mirada del “poderoso” se detenga en los amuletos y su poder se descargue allí y no en el portador del amuleto. Se utilizan por ejemplo, el “ojo de venado” (semilla que se coloca a los niños como collar o pulsera) y cintas o cuentas de color rojo o azabache, entre otros.



¿Como curar el mal de ojos?

Si no se pudo evitar el contacto con la poderosa mirada del hechicero y creemos que una persona ha sido afectada por el mal de ojo, muchas veces se busca la ayuda de un médico, un chamán u otro sanador espiritual. En México, por ejemplo un método tradicional de tratamiento contra éste mal involucra el uso de un huevo crudo. Ese alimento simboliza la pureza y el nacimiento. Se cree que absorbería las energías malignas. Así, se pasa por la frente y el cuerpo de la “víctima”. Luego se rompe en un bol con agua para examinar su forma y, de ese modo, determinar si la persona ha sido curada. Como éste, existen otros tantos métodos de sanación cuya efectividad dependerá del poder del hechizo.



Fuenteasusta2.com.ar

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