Se dice que el dolor por la muerte de un hijo es la más difícil de soportar, es por eso que a veces los padres no permiten que esa alma trascienda. Esta evidencia fue enviada para su análisis y parece ser una evidencia muy clara de que al fallecer no dejamos este planeta.
Elisabeth Kubler-Ross fue la pionera en hablar sobre el duelo, las etapas y como sobrellevar una muerte, aunque en Latinoámerica todavía hacemos bufa a la muerte, es a esta quien la mitad de la población de México le tiene miedo. Según encuestas el tema dela muerte sigue siendo un tabú en las familias, y eso complica más los procesos que conlleva un acontecimiento de estos.
La naturaleza dictaría el proceso natural con el fallecimiento, primero, de los padres, luego los hijos y así sucesivamente en una cadena de millones de años… Pero cuando este proceso no es así, y un hijo tiene que adelantarse a los padres, parece todo más complejo, aún peor, cuando quien presenta la muerte es un niño, resulta aún más difícil de entender.
En las investigaciones que hemos llevado a cabo por años, llegamos a la conclusión de dos cosas, los escritos de Kubler-Ross tienen mucho que ver con la presencia del alma en cierto lugar. Hay entidades que simplemente se pierden en el mundo y comienzan a vagar, hay otras que están destinadas a realizar daño o proteger según el caso, pero están aquellas que no saben que fallecieron…
Las entidades que no saben sobre su muerte son las que más comúnmente encontramos en las familias, aquellas que no aceptan la muerte del ser querido, y una realidad que se presenta en dicho acto, es sobre algún mensaje pendiente. Pero cuando se trata de un niño, será acaso que desconoce su posición en este mundo?
La Fotografía.
Como mencionaba, esta fotografía nos llegó vía Anllely Ruíz a nuestro centro de análisis, ya que presentaba una extraña figura en la parte central de la imagen. No había duda que se encontraba “algo”, sólo que tenía una duda sobre si era foto-montaje, y solicité a conocidos profesionales de la fotografía su punto de vista. Se analizaron los antecedentes de edición de la fotografía y los resultados fueron negativos… Todo indicaba que no había sido manipulada.
(Dale click a la imagen para ampliar)
Alrededor de la imagen se encuentra un margen oscuro, parecía una especie de mal corte en photoshop, pero resulta que ese margen de color alrededor del “infante” no fue implantado y pertenece a la misma toma.
En esta imagen, vemos la misma sobra negra alrededor del “infante” pero algo muy extraño, se trasluce solo la parte de dónde se ubica la cabeza y se ve la playera de la mujer y una parte del pantalón. ¿Porqué no se ve completa?
En este último filtro, podemos notar que se incrementó la luz y el contraste para definir lo más posible la estructura de la entidad, algo que me sigue llamando la atención es la distorsión de la cara, y el margen de color alrededor del cuerpo. Y es que si no fuera por el resultado negativo que dio sobre posibles modificaciones posteriores a tomar la fotografía, les diría que es un fraude.
El AntecedentePues al investigar un poco más encontramos el relato de los involucrados, todo gracias a la colaboración de Anllely Ruíz que fue la encargada de recabar toda la información que quedaba para completar la investigación.
A pesar de contar con la autorización de publicación de la imágen, decidimos no prudente mostrar los rostros ya que hace poco más de cuatro años, una de las personas que se encuentra en la fotografía sufrió la muerte de su hija de 5 años debido a una enfermedad. Ella asegura que solo se tomó la foto y al revisar vieron a su hija… Ella comenta, que su hija no se ha ido todavía.
ConclusionesHay dos cosas que me hacen sostener la veracidad de la imagen. La primera es la sensibilidad de la madre ante la muerte de su hija y la incapacidad de ella crear o jugar con la imagen de su primogénita fallecida; la segunda es que se mostró la imagen desde le mismo celular sin edición alguna, ya que no contaban con alguna aplicación para elaborar fotos.
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